lunes, 23 de septiembre de 2019

PREJUICIOS

Con el derecho siempre procuro mirar para otro lado, igual que con las finanzas. Confieso que las personas que visten traje y corbata siempre me transmitieron desconfianza, recelo; así que los miembros de ambos mundos profesionales, que cada mañana acuden a estos relucientes edificios de oficinas escondiendo sus miserias tras esa tira de tela, me dan mala espina. Sí, lo sé, será un prejuicio tonto, pero las últimas notificaciones que recibí están redactadas por gente como usted, y mire, ya me cansé de mirar para otro lado. Así que haga el favor de apartarse o le mancharé con gasolina. Por cierto, no se canse, todas las puertas están atrancadas.