lunes, 15 de enero de 2018

AMOR PROHIBIDO


Pestañeó dos veces para decir que sí, siguiendo al pie de la letra el código que ella le pasó. La niña sintió una alegría incontenible luchando por salir de su interior, por estallar en mil carcajadas, besos y abrazos a aquel chaval misterioso y callado que tanto la había magnetizado con su sonrisa tímida y su cabeza rapada.

Estaba claro que él sentía lo mismo porque repetía insistente el código, sin decir palabra.

Ella le indicó un agujero oculto en la alambrada para que pudieran reunirse. El crío mudo con el tic nervioso cruzó sin comprender a la niña rubia que le hablaba en aquel idioma bárbaro.