viernes, 25 de septiembre de 2020

CONCURSO "UN RELATO PARA LA RADIO" (Quincena III)

A continuación podréis leer los relatos presentados en la 3ª quincena del concurso de microrrelatos que he organizado para mi sección de cada dos martes en Radio Elche 'Libros y música para un paseo en Vespa'. 

Pedí por las redes y a través de la web MeetUp que se me envíen microrrelatos que comiencen con la frase Vacía pero segura, avanzo, frase con la que terminaba el relato ganador de la quincena anterior.

Una vez finalizado el plazo de recepción, es cuando los hago públicos en este blog y pido a los propios autores que valoren los relatos y puntúen los tres que consideren más completos, con 3, 2 y 1 puntos.

Además, el resto de lectores puede votar también sus preferencias para tener el voto del público que en caso de empate entre dos relatos servirá para desempatar.

El relato ganador será leído en la sección de radio de la semana siguiente y su frase final será la de comienzo de los relatos de la próxima semana.

Tenéis de plazo hasta el lunes 28 de septiembre a las 14 horas para enviar las puntuaciones a mi correo electrónico (dareces@gmail,com). El relato ganador será leído el martes 29 de septiembre en el espacio "Libros y música para un paseo en Vespa" de Radio Elche, sobre las 13:45 del mediodía.

¡Suerte!


ACTUALIZACIÓN 1: Una vez finalizado el plazo de votación, añado el nombre de las autoras y autores.


ACTUALIZACIÓN 2: Reordeno los relatos de menor a mayor puntuación obtenida.


SEGUNDA OPORTUNIDAD, de Martina Arreaza.

Vacía pero segura, avanzo por un camino marcado por mis circunstancias.

Dos años después de nuestro enlace, surgieron nuestros desencuentros.

Disponíamos de todos los ingredientes para una vida feliz, pero te perdieron tus celos, sólo añadías problemas que sirvieron para apartarme de ti.

Aquel aciago día, al volver del trabajo un señor muy apuesto tuvo la mala fortuna de tropezar conmigo. Al dirigirse a mí en plan de disculpa, apareciste como un energúmeno golpeándolo violentamente.

Sólo pude decirte… «Reconstruye el puzle de tu mente, te dejo».

Transcurrido un año… Me casé con aquel señor, y puedo decir que soy muy feliz.



MARCHÉ, de Martina Arreaza.

Vacía pero segura, avanzo por caminos diferentes. No sé que me deparará el destino, pero nunca miraré hacia atrás.

Tenía una vida acomodada, pero tan falta de alegría e ilusión… Era como vivir encarcelada; siempre me echabas en cara todo lo que ofrecías. «No vales para nada» decías, y yo replicaba… ¿Acaso los niños se crían solos? Quién limpia «tu» casa, porque según «tú» es tuya. Yo no trabajo, no tengo nada.

Debo recobrar mi dignidad, no he de aguantar esa actitud machista.

Esta noche cuando vuelvas, ya no tendrás a quien gritar. Sigilosa como un reptil, me fui para nunca volver.



EL CAMINO DE LA VIDA, de Rosa Juan.

Vacía pero segura, avanzo por el camino de la vida, ese, a veces complicado y otras fácil de recorrer.

Los grandes acontecimientos fueron rellenando espacios y el cesto bajo el brazo, se fue completando con flores, pero también, con algunas malas hierbas.

Ha habido senderos, encrucijadas y también grandes y suaves autopistas, todas han sido recorridas con serenidad y fuerza para salvar los contratiempos.

El ciclo se cierra y llega el vacío, es como que tienes que apretar la tecla de reinicio para volver a recorrer otro camino, avanzar y rellenar otro cesto con nuevas flores y si es posible sin malas hierbas.



LA ILUSIÓN ACELERA MI VIDA, de Beatriz Martín.

Vacía, pero segura, avanzo, atolondrada, desde primera hora había ido de un lado para otro, esperando que las horas pasaran más rápidamente, pero como siempre es el tiempo el que mejor define la singularidad de la vida, ahora cuando el momento estaba a punto de llegar y todas las cosas que se habían hecho antes, ya no tenían un reflejo acorde con los acontecimientos que se iban a desarrollar.

Los días, las horas, los minutos, pasan rápido cuando estas esperando algo que nunca va a llegar, y se detienen, se vuelve lento, perezoso, cuando de verdad esperas que en verdad llegue, vacía, pero segura.



REFLEXIONES DURANTE EL AMANECER, de Beatriz Martín.

Vacía, pero segura, avanzo, volver una y otra vez, sobre el mismo tema, como si las cosas o el tiempo, se hubiera detenido.

 Ahora nada importaba, ya era demasiado tarde para volver y sin embargo el tiempo seguía pasando inexorablemente. Porque cuando las cosas suceden una y otra vez, y mantienes altas las esperanzas, llegas a creer en un momento, que no pueden volver a darse dos veces seguidas la misma situación. ¿Qué equivocados estamos los humanos?, las situaciones por raras o inverosímiles que parezcan, pueden volver a suceder una, otra y mil veces, la suerte es la única que está exenta de volver.


AMNESIA, de Paquita Márquez.

Vacía pero segura, avanzo en busca de señales que me permitan recuperar recuerdos, esos recuerdos que posibiliten volver a encontrarme. Ojalá no lo hubiera hecho. Encontré uno y, de golpe, mi vida se ha vuelto a llenar con las sensaciones de aquel terrible momento: dolor, impotencia, humillación…y asco.

Ahora solo quiero volver a perderme.



CACHITO, de Ana Montesinos.

Vacía pero segura, avanzo por tierras lejanas. A miles de kilómetros de casa, con tan solo una mochila y tu mano, avanzamos por tierras vírgenes e inexploradas.

Los habitantes de este paraíso nos dan la bienvenida, nos invitan a sus humildes hogares, nos dan comida, bebida, amor.

Y ese amor nos inunda, nos transforma, éramos amigos, colegas, compañeros. Tanto vivido, compartido; aventuras, risas, confidencias, desamores, tristezas y alegrías.

Y hoy, en aquel lugar, sin teléfono, sin wiffi, y sin posibilidad de explicar que la conexión de este mundo es natural y mágica, se entrelazan nuestros cuerpos y concebimos un cachito de nosotros, nuestro hijo.



INESPERADA TRAICIÓN, de Ana Medina.

Vacía pero segura, avanzo por la calle sintiendo el dolor de la traición. Poco antes, la voz abatida de un hombre a través del teléfono me insinuaba que su mujer lo traicionaba con mi marido.

Pequeñas farolas encendidas en alguna esquina iluminaban la oscuridad del camino. Llego hasta el lugar indicado y escondida los vi: Las manos entrelazadas, sus bocas juntas en un beso sin final. No pude evitar el recuerdo de los momentos de felicidad, cuando en la intimidad de la alcoba susurrábamos palabras de amor. Él regresó bien entrada la noche. Sin reproches lo invité a marcharse de mi vida.



LA IMAGEN EN EL ESPEJO, de Ana Medina.

Vacía pero segura, avanzo. En mi rostro aún perduran las huellas del llanto derramado el día anterior al recibir la carta. Veinte años de servicio en la empresa no sirvieron para que el despido se produjera. Aquella mañana mirándome al espejo me decidí. Aún me consideraba una mujer joven y, eligiendo un traje color avellana, que iba muy bien con el color de mis ojos y mi corta melena, me coloqué unos zapatos de tacón alto dispuesta a salir a la calle. Ese día comprendí que la vida es un continuo desafío. Y debemos enfrentarnos a ella con valentía y confianza.



HABITACIÓN 206, de Verónica Reche.

 Vacía pero segura, avanzo por los pasillos blancos, infinitos, llenos de luces te que ciegan al pasar. Mi camilla, empujada por un perro de tres cabezas llega por fin a la habitación 206.

Mi vientre vacío y tranquilo me recuerda a los hijos que ya no tendré y al tiempo que de nuevo me vuelve a pertenecer.

Vacía pero en calma, drogada. La operación ha salido bien.



COLECCIONISTA DE AMORES, de Amalia de los Reyes.

Vacía pero segura, avanzo reponiéndome de sus frases hechas, frases que adornaba con sonrisas y mirada penetrante. Aquel día, me hechizó con su ternura, su comportamiento malabar, yo embelesada de sus encantos, sin embargo, era una marioneta más para el divertimiento de su colección.

Me deje envolver por sus dulces palabras, sin ser consciente que podía ser, otra vez más, víctima de mi forma de amar, incondicional y transparente. La suya perecedera desde antes de encender esta hoguera de «amores» caducos.

Mi entrega fue sin límites, la suya, otra «rosa» más para su ramo a marchitar sin pudor alguno.



AVANZO, de Inmaculada Lara.

Vacía pero segura, avanzo. Vacía no solo de eso que irrumpió en nuestras vidas. Digo nuestras porque en ese momento era nuestra vida. Una vida de besos y deseos que paró en seco el cáncer.

Avanzo con pánico, echando de menos todo lo que me ha robado esta enfermedad. Me quitó mi nombre para sustituirlo por el de enferma. Me quitó el amor y lo sustituyó por compasión en tus ojos. Me quitó la vida. Porque ya no queda nada que no sean pastillas, quimio y pelo en mi cepillo.

Avanzo sin saber qué más me vas a usurpar.



ME SIENTO VACÍA, de Pablo Crespo.

Vacía pero segura avanzo, lentamente, por el bulevar arbolado.

En este triste regreso a casa no veo mi propia sombra, mi caminar no deja sonido alguno, y hasta mi aliento es invisible, a pesar del frío invierno.

El vacío de mi cuerpo es tan horrible como pensar que su corazón, tan pequeño, tan frágil, se ha detenido ya para siempre.

Estoy segura.

Segura de que mi sombra se ha quedado con él, velándole. De que mi aliento entra y sale de sus pulmones. Y de que el eco de mis pasos le marca el ritmo, tratando de que vuelva a latir.



TE FUISTE, de Ana Montesinos.

Vacía pero segura, avanzo, qué digo, ¿segura?

No, en absoluto, avanzo con pánico, avanzo muerta de miedo por esta nueva e inhóspita vida.

Avanzo rodeada de gente pero sola.

Avanzo por esa inercia que cada mañana me pone en pie, pero avanzo con paso lento, sin ser, sin estar.

Avanzan los minutos, las horas, los días, pero sigo sin encontrar motivos para avanzar con ellos.

Avanzo sin ver más allá de mi dolor, más allá de mi sufrimiento.

Avanzo porque el sol no se detiene, porque la tierra sigue girando.

Avanzo hasta el final, avanzo hasta la muerte.

Te fuiste y si, seguí avanzando.



EN VELA, de María Bastida.

Vacía pero segura, avanzo, persiguiendo la noche que duerme en mi almohada. Me cierra la puerta y me quedo atrapada. He intentado escalar pero mi cuerpo me aplasta, maldito mosquito, lo que me faltaba. La frente me dice que no piense en nada y llevo ochocientas ovejas contadas. La calle me ladra, un coro replica y parece metralla. Me tuerzo y retuerzo, no sé qué me pasa, daría lo que fuera por cerrar las pestañas.

Café y Coca-Cola, sobredosis de insomnio, tendieron la trampa.

Se apagó la Luna, me robó el descanso, el día amanece y estoy agotada.



THE END, de Paquita Márquez.

Vacía pero segura, avanzo ligera de equipaje por este nuevo y desconocido camino que no sé a dónde me lleva. Atrás he tenido que dejar los rastros de todo lo que significaba algo en mi vida: ilusiones y proyectos, logros y fracasos, amores y desamores, alegrías y penas, certezas y dudas, remordimientos y arrepentimientos… Y un cadáver: el mío.



VENGANZA, de Silvia Espina.

Vacía pero segura, avanzo por el enmarañado sendero de la jungla.

Cansada, agotada, me detengo bajo la sombra verde para enjugar mi sudor y la sangre.

Mis compañeros me han abandonado a causa de mis heridas, sin considerar que yo soy la única que conoce cada palmo del terreno.

En la medida de mis fuerzas, buscaré ayuda; en tanto ellos han tomado el camino que los conduce irremediablemente hacia la ciénaga, infestada de alimañas y arenas movedizas…



FUEGO CRUZADO, de América Martín.

Vacía pero segura, avanzo con los nudillos apretados, balanceándose mi cuerpo cual péndulo con pasos cada vez más cortos, para la emboscada.

Repaso la estrategia recorriendo con un giro sagaz el entorno, y erguida oriento la mirada al objetivo que espera inconsciente su destino: «identificado».

Me abalanzo sobre los últimos, apartando a todos en mi camino, mientras huyo entre el fuego cruzado de mil improperios.

El botín de blanco perla yace en el regazo de mis entrañas que cantan y vitorean el triunfo...

!El papel higiénico ahora es mío!

Y a Dios pongo por testigo, que !jamás me faltaran las hojas blancas de dignidad!



RELOJ DE ARENA, de Fina Antón.

Vacía, pero segura, avanzo hacia la aventura que siempre merecí. No me quedan miedos, lágrimas ni ‘peros’; tampoco nadie de los que un día conocí tras la puerta que cierro.

Arrastro hasta la parada, con insultante traqueteo, una maleta más ligera que cuando llegué. Papel arrugado por firmar en mi bolsillo, cien euros y un número al que llamar para cuando el sol haya salido.

Fumo incontables cigarros para agotar este condenado reloj de arena. Alargo calada que acabo pisoteando con rabiosa pena. Descubro que ya asoma el alba y me pregunto por qué nunca había visto amanecer de esta manera.



LA ABUELA, de  Narcís Ibáñez.

Vacía pero segura, avanzo día a día hacía el fin de la vida, golpe a golpe, tras mis nietos llenos de energía. Los padres en la vendimia.

Yaya ¿Qué harás para comer?

Por las noches no hay forma de meterlos en cama, asustándome apareciendo detrás de mí.

¡susto!

Cada día la misma “serenata”.

¿Nos contarás el cuento de María Sarmiento la que fue a cagar y se la llevó el viento?

Ahora en cama con la pierna escayolada pensando en la Vespa que me arrolló.

El nieto mayor, dándome masajes con alcohol en la parte entumecida.

Yaya, tienes los ojos cansados pero con estrellitas.



ESPIRAL, de María José Peña.

Vacía pero segura, avanzo. Conseguí escapar de aquella espiral que me atrapaba una y otra vez y que no tenía fin, era como una ruleta sin suerte. Pensaba en las veces que me invitabas a entrar en tus brazos, en tus piernas, en tu boca, pero no en tu vida. Otras me dejabas esperando en el portal.

Unas veces querías verme amanecer, respirar conmigo, otras ni siquiera podías mirarme.

Querías aparentar hielo en los ojos pero se te transparentaba el fuego en la mirada.

Pero, ¿qué diferencia había?

El invierno acecha y se avecinan tormentas.

Necesito ponerme a cubierto.



¡LO SIENTO, LO SIENTO!, de Rosa García.

Vacía pero segura, avanzo por el pasillo central y desaparezco sin mirar atrás. «¡No puedo más!» me digo.

Sobre el escenario él me ve marchar, sé que desea seguirme pero no se mueve del asiento. Abraza una vez más su chelo como si fuera el cuerpo cálido de una mujer. Sus dedos se deslizarán por sus cuerdas delicadamente y las notas brotarán con el temblor de una emoción incontrolable. Sé que sus ojos me buscan en la oscuridad. Ha sido demasiado, espero que lo haya comprendido. En el concierto, esa noche, el chelo parecía llorar.



REINICIOS, de María José Peña.

Vacía pero segura, avanzo. Con la sonrisa y las ganas intactas, mis pasos firmes, seguros pero con ese sabor a saudade tatuado en la piel, pero no me acobardo.

Me veo reflejada en un escaparate y me pregunto, ¿por qué continuar?, y sonrío.

Por el otoño, los reencuentros, los libros que no he leído, las deudas de la piel tras un adiós, los besos largos e intensos, los abrazos que reconfortan, saborear un buen vino, las personas que merecen la alegría.

Y porque creo en Bolaño, «el amor nunca trae nada bueno,el amor siempre trae algo mejor».

Aquí tienes tu hueco.



LA COLA INTERMINABLE, de Paquita Márquez.

Vacía pero segura, avanzo hacia la gran cola que se ha formado ante una de las ventanillas del enorme recinto.

--¡Perdone! ¿Es esta la cola de los recuerdos?

--Sí, es ésta.

--¡Madre mía! ¿Es que hay escasez de personal?

--No, es que preguntan mucho hasta que dan con el hilo de alguno de los tuyos…Eso lleva tiempo.

--¡Ah, claro!

--Eso, y que se ha caído la RED.



EL PODIO

En 3ª posición, con 9 puntos:



CRETA, de Américo Fojo.

Vacía pero segura, avanzo hacia esa claridad que he descubierto al final del túnel. He vaciado mi alma del miedo, del terror hacia el minotauro que intuyo pero no conozco.

Ahora sí, estoy segura: esa luz lejana me lleva a la salida del laberinto.

Sigilosamente sigo avanzando. Me quité pulseras, collares y brazaletes para que ningún sonido delate mi huida.

Ya veo el sol y la brisa me embriaga. Siento que alguien desgarra mi túnica y un calor intenso abraza mi espalda desnuda.





En 2ª posición, con 10 puntos:



NO ES LEY DE VIDA, de Isabel Núñez de Arenas.

Vacía pero segura, avanzo por la tortuosa y amarga senda de la desesperanza.

Ya no hay lugar dónde ir, siento una gran pesadumbre y mi aflicción, mi desesperación, interroga a ese Dios que nunca está cuándo más le necesito.

¿Por qué? ¿Por qué? Un silencio sepulcral envuelve la sala, mi alma está desgarrada, siento que mi cuerpo de cristal se resquebraja mientras abrazo al pequeño ataúd blanco.





En 1ª posición, con 16 puntos, el relato ganador ha sido:



VESTIDA DE NEGRO, de Raquel Zaragoza.

Vacía pero segura, avanzo, con un manto negro, oscureciendo la luz del día. «Yo soy la noche, la negrura. Y ahora es… ¡mi momento!».

Dicen de mí que no soy de fiar. Me tachan de embaucadora, y quizá tengan razón. Hoy soy noche cerrada: desnuda de luna y estrellas. Aun así, resulto muy seductora; levanto pasiones entre los noctámbulos amantes de la oscuridad. Soy lo prohibido, el lado oculto de la vida. Pero también soy la que repara, la que inspira…

«La humanidad debe dormir para poder despertar». ¡Shhh…, silencio!, mientras la ciudad duerme, sueña el pueblo.



FUERA DE CONCURSO:

EL JUICIO, de David Reche.

Vacía pero segura, avanzo pura y libre de todo pecado en medio del rebaño huérfano de un pastor. Llego dispuesta a entregarme por una causa superior a mí, superior a todos los que cegados por su soberbia ríen, bailan y beben, convencidos de que esta vida es un divertimento sin consecuencias, sin reglas más allá de las que dictan sus líderes sacrílegos.

Me dirijo al centro de la sala, donde todos puedan verme en el instante del grito final. Avanzo plena, dichosa porque mi mirada orgullosa de mártir será lo último que verán en este día, en esta vida, si el detonador no falla.

 

SE FUE PARA SIEMPRE, de José Iñesta.

Vacío, pero seguro. Avanzo. Ella se fue para siempre sin saber que se iba, pero en mi oscuridad vacía la veo. Alguien dijo que la luz es la vida, que nada existe sin la luz... pero aun en esa vacía oscuridad puedo ver el brillo de sus ojos. ¡Ya no veremos juntos el arco iris después de la lluvia! pero gracias a esa misma luz podré serenar mi espíritu en un dorado amanecer. ¡La Luz!, ¡La vida! Tal vez fuera esta misma reflexión la que llevó a Goethe, aquel gran poeta alemán, a exclamar en su lecho de muerte: ¡Luz, más luz!

 

martes, 15 de septiembre de 2020

BASES DEL CONCURSO "UN RELATO PARA LEER EN LA RADIO"

BASES CONCURSO QUINCENAL “UN RELATO PARA LEER EN LA RADIO”.


OBJETIVO

El «I Concurso de Relatos para leer en la Radio», organizado por David Reche Espada, tiene como objetivo compartir el talento literario y despertar la imaginación de todas las personas que quieran participar en él.

El concurso se convoca bajo la modalidad de concurso de méritos en el que el relato ganador de cada quincena será leído en la sección “Libros y Música para un paseo en Vespa” que el organizador tiene cada dos martes en Radio Elche Cadena SER dentro del espacio local del programa Hoy por Hoy. Asimismo el autor de dicho relato ganador podrá disfrutar de un paseo en motocicleta con el organizador (adaptación de una de las rutas de Scootatrip,Excursiones guiadas en scooter).

El concurso comenzará cada martes en el que haya sección “Libros y Música para un paseo en Vespa” en Radio Eche Cadena SER a las catorce (14:00) y tendrá carácter quincenal. Se prevé que la finalización del presente concurso coincida con el fin de la temporada radiofónica 2020-2021 del programa “Hoy por hoy” en su sección local, aunque David Reche Espada se reservan la posibilidad de resolución antes de esa fecha o prolongación del mismo comunicándolo a través de sus redes sociales con la debida antelación.

DERECHO A PARTICIPAR

Puede participar en el concurso cualquier persona física, residente o no en España, sin importar su nacionalidad y a partir de los 14 años de edad (incluidos).

Los menores de edad, en el momento de aceptar las presentes bases, deberán estar asistidos por aquél que ostente su tutela legal.

En este sentido, aquel que ostente la tutela legal del menor, deberá otorgar su consentimiento expreso en el caso de que el menor resulte ganador quincenal y le corresponda un paseo en motocicleta.

REQUISITOS PARA PARTICIPAR

El organizador del concurso propuso la frase «Al final de aquel verano» para la primera quincena del concurso, que los participantes debieron continuar a modo de microcuento.

Los participantes deben enviar sus microcuentos, cuya extensión no podrá sobrepasar las cien (100) palabras (sin incluir la frase de inicio), mediante correo electrónico a la dirección dareces@gmail.com.

Los microcuentos se enviarán en documento de texto *doc, *docx, *ode con formato de letra Calibri 12 y texto justificado e interlineado 1,5.

El microcuento deberá remitirse escrito en español o valenciano, deberá ser original e inédito (esto es, no debe haber sido publicado en ningún medio o soporte) y no deberá haber recibido previamente ningún premio o accésit en otro certamen o concurso nacional y/o internacional.

El microcuento deberá enviarse con título. David Reche Espada se reserva, en su caso, la facultad de comunicar públicamente los microcuentos sin título. Asimismo, David Reche Espada se reserva el derecho de titular aquellos microcuentos enviados sin el mismo.

El plazo para enviar los microcuentos se abrirá cada dos martes mientras esté vigente el presente concurso en el momento en que se comunique la frase de inicio de la semana, y expirará el viernes de la semana siguiente a las doce de la noche (24:00), hora peninsular española.

No se admitirá a concurso ningún microcuento enviado fuera de plazo y en general cualquier otro microcuento que no cumpla las condiciones expresadas en las presentes bases.

La frase final del microcuento ganador de cada quincena servirá como frase de inicio para los microcuentos que se envíen la siguiente quincena, la cual será comunicada convenientemente por el organizador del concurso.

Los autores deberán identificarse con su nombre y apellidos al envío de la obra y podrán presentar hasta tres microcuentos.

Los participantes responden ante David Reche Espada de la autoría, la originalidad y el carácter inédito del microcuento, asumiendo la total responsabilidad, y dejando por tanto a David Reche Espada y a Radio Elche indemnes frente a cualquier reclamación que, en este sentido, pudieran efectuar terceras personas, incluso las derivadas de un incumplimiento de la legislación sobre honor, intimidad, injurias y calumnias, derecho de imagen o de expresiones que pudiesen ser consideradas difamatorias u obscenas.

El organizador contempla la posibilidad de, al finalizar la temporada de radio, incluir los microcuentos en una publicación con fines benéficos. Además publicará cada dos sábados las obras en el blog relatosimprobables.blogspot.com.

Los participantes cederán gratuitamente a David Reche Espada los derechos editoriales de reproducción, distribución, transformación, comunicación pública y cualesquiera otros derechos necesarios para la comercialización total o parcial del mismo en cualquier soporte, para todo el mundo, y por el periodo máximo que permita la legislación. Esta cesión no será exclusiva, con lo que los autores podrán seguir usando y explotando sus obras.

Los participantes asumirán total responsabilidad, dejando por tanto a David Reche Espada y a Radio Elche indemnes frente a cualquier reclamación de terceros relativa a cualquier compromiso y/o gravamen que el autor hubiere contraído y que pudiera afectar a los derechos que correspondan a David Reche Espada y Radio Elche de conformidad con lo estipulado en las presentes bases.

El envío de un microcuento a la dirección de correo electrónico dareces@gmail.com supondrá la aceptación expresa de las bases de este concurso.

SELECCIÓN DE GANADORES

Quincenalmente, el sábado anterior a la lectura del relato en la sección de radio “Libros y Música para un paseo en Vespa”, el organizador publicará los microcuentos en el blog relatosimprobables.blogspot.com.

Los autores tendrán de plazo hasta el lunes siguiente a las 14:00 para enviar sus votaciones. Deberán seleccionar tres relatos con 3 puntos, 2 puntos y 1 punto de entre los relatos publicados. Un autor nunca podrá votarse a sí mismo.

Los lectores del blog relatosimprobables.blogspot.com tendrán el mismo plazo para enviar sus votaciones a tres de los microcuentos con las mismas características (3, 2 y 1 puntos).

En caso de empate en la primera posición en el recuento de los votos de los autores, se producirá el desempate mediante el recuento de voto de los lectores.

En caso de que el empate continúe, el organizador propone que la elección del relato ganador correrá a cargo de la dirección del programa Hoy por Hoy de Radio Elche.

El relato ganador será comunicado el martes siguiente en el blog relatosimprobables.blogspot.com y leído por el organizador en Radio Elche.

ACEPTACIÓN DE LAS BASES

El participante acepta expresamente cumplir todas y cada una de las BASES del presente concurso.

El incumplimiento de alguna de las BASES dará lugar a la exclusión del participante del presente concurso.

En caso de existir dudas o discrepancias en la interpretación de alguna de las presentes bases, David Reche Espada realizará una interpretación atendiendo al espíritu y finalidad para la cual se ha creado el presente concurso.

Por motivos razonados, David Reche Espada, podrá modificar las presentes bases una vez comenzado el concurso.

Las bases del presente concurso estarán disponibles durante el periodo en el que esté vigente el mismo en el blog relatosimprobables.blogspot.com



viernes, 11 de septiembre de 2020

CONCURSO "UN RELATO PARA LA RADIO" (Quincena II)

A continuación podréis leer los relatos presentados en la 2ª quincena del concurso de microrrelatos que he organizado para mi sección de cada dos martes en Radio Elche 'Libros y música para un paseo en Vespa'. 

Pedí por las redes y a través de la web MeetUp que se me envíen microrrelatos que comiencen con la frase Mi vida paralela había desaparecido, frase con la terminaba el relato ganador de la quincena anterior.

Una vez finalizado el plazo de recepción, es cuando los hago públicos en este blog y pido a los propios autores que valoren los relatos y puntúen los tres que consideren más completos, con 3, 2 y 1 puntos.

Además, el resto de lectores puede votar también sus preferencias para tener el voto del público que en caso de empate entre dos relatos servirá para desempatar.

El relato ganador será leído en la sección de radio de la semana siguiente y su frase final será la de comienzo de los relatos de la próxima semana.

Tenéis de plazo hasta el domingo 13 de septiembre a las 12 de la noche para enviar las puntuaciones a mi correo electrónico (dareces@gmail,com). El relato ganador será leído el martes 15 de septiembre en el espacio "Libros y música para un paseo en Vespa" de Radio Elche, sobre las 13:45 del mediodía.

¡Suerte!


ACTUALIZACIÓN: Una vez finalizado el plazo de votación, añado el nombre de las autoras (mayoría) y autores.


DESPERTARES de María José Peña.

Mi vida paralela había desaparecido, me di cuenta al no escuchar tus ronquidos al otro lado de la cama.

Era tarde cuando me fui a dormir, quise apurar la última copa. Salí de la cama desorientada, no reconocía donde estaba, me llevó unos segundos darme cuenta. En el pasillo aún cajas por desembalar.

Bebí un sorbo de café, amargo y caliente, me recordó a ti, al tedio de tu presencia los últimos meses.

Abrí la ventana y como un vendaval el aire tiró una lámpara, empecé a reír. Me invadió una sensación morbosa y placentera de que si estuvieras a tiro, solo una bala necesitaría.

 

PROZAC de Inma Lara Velázquez.

Mi vida paralela había desaparecido a base de Prozac. Cerrando la única puerta que me llevaba a tu lado y me dejaba acurrucada en tu regazo, indefensa y ardiente de pasión.

Ahora cierro los ojos para verte. No estás. Ni compartimos la quietud del tiempo mirando el poso de mi taza de té. Maldito Prozac.

Maldita sociedad que piensa que mi locura son nuestros sueños de almohada, nuestras sábanas arrugadas y húmedas de pasión porque no está tu cuerpo a su vista. Maldito quien me llama loca tan solo por querer sentir tus caricias en mi espalda. Porque, solo eso, me incendia de amor.


INSURGENTE de Helenka Wolf.

Mi vida paralela había desaparecido...pues me fue terminantemente prohibido por padre y el consejo de los doce, el pasearme libremente por el mundo de los humanos. Aquellas criaturas ejercían sobre mí una fascinación inigualable, pues conocían el sufrimiento, la pérdida, el miedo...pero también la dicha y el amor...y de todas ellas exprimían hasta la última gota, pues no gozaban de nuestro innato don: la inmortalidad. Nosotros, como dioses olímpicos que éramos, desconocíamos gran parte de las emociones que a ellos sí los atrapaban. En mi mundo esto era considerado un claro signo de inferioridad, aunque yo, Hebe Juventas, nunca compartí ese precepto.




SABOR DE ORIENTE de Helenka Wolf.

Mi vida paralela había desaparecido. Tal vez, todo aquel sabor a oriente que aún paladeaba entre mis lejanas y confusas memorias, permaneciera al margen de la aceptable realidad... Sólo puedo decir al respecto que, cada vez que admiraba el mar Mediterráneo y mi vista se perdía en su vasto horizonte, sentía el susurro de aquella otra venerable vida. Entre mis vívidos recuerdos, ninguno como la apacible noche del desierto, cuando desplegaba, cual abanico, la riqueza de su cielo rebosante de estrellas, mientras mis huéspedes y yo las surcábamos, embriagados del deleite que emanaba aquella shisha compartida, en el exterior de la jaima. As Salaam Alaikum

 



KHADAE-ENGAÑO de Helenka Wolf.

Mi vida paralela había desaparecido, fruto del as que guardaba bajo su manga, aquel mítico ser. Al frotar aquella lámpara que hallé semi-enterrada en la arena, surgió de ella aquel majestuoso Jinn, que acabaría engañándome vilmente. Gasté mis dos primeros deseos; el primero en ser un hombre rico y poderoso y el segundo en adquirir los ocultos conocimientos que rebelaban los mecanismos del universo. Me sentí todo un dios...y gasté mi tercer deseo, pidiendo el don de la inmortalidad. El Jinn rió a carcajadas: «¡¡DESEO CONCEDIDO!!» –dijo– entonces, me sentí ligeramente mareado, empequeñecido, eternamente atrapado en el confín de esta, mi maldita lámpara.


 


A LOS DOS de Ana Montesinos.

Mi vida paralela había desaparecido en el preciso instante en el que él cogió el móvil. O tal vez en ese momento no desapareció, sino que salió a la luz después de mucho tiempo.

En unas milésimas de segundo a través de aquella pantalla táctil, mi marido y mi amante se encontraron por primera vez. Pedro supo de la existencia de Marcos y enmudeció. Marcos se acobardó ante el descubrimiento de Pedro.

Los amaba a los dos, adoraba mi doble vida. Tenía la vida familiar perfecta, segura, estable. Tenía al amante, el riesgo, la falta de compromiso.

Los amaba a los dos, me quedé sola…

 

INFIELES de Verónica Reche.

Mi vida paralela había desaparecido por un mágico instante.

Una cadena fina de plata colgaba de su cuello, rozaba mis labios y me recorría el pecho.

Ella, encima de mí, me acariciaba el pelo susurrando dulces mentiras.

Yo, hipnotizado por su forma de hablar, deje de atormentarme por un instante y caí en su embrujo para siempre.

¿Qué hora es? Levantó su mano derecha para mirar su reloj y observé el anillo presionando la vena amoris, que conecta directamente con el corazón. El mismo anillo que llevaba yo en el dedo anular de la mano izquierda.

Ella todavía estaba a tiempo.

Yo ya estaba perdido.

 

LUCES Y SOMBRAS (1) de Pablo Crespo.

Mi vida paralela había desaparecido, una vez más, en la oscuridad de la habitación al acostarnos.

Los días a su lado eran oscuros, fríos y miserables. Él apenas reparaba en mí presencia, y yo, que tanto necesitaba que me mirara, que me escuchara, que me quisiera, sufría por su desdén, que me resultaba ya insoportable.

Esa noche decidí abandonarle.

Me deslicé furtivamente hasta el baño y, al encender la luz, pude ver por primera vez mi rostro en el espejo.

La puerta se abrió entonces, y sonreí ante el reflejo de su cara horrorizada, contemplando cómo su sombra se desvanecía bajo la luz fluorescente.

 

DE CRISTAL de Verónica Reche Espada.

Mi vida paralela había desaparecido.

Corrí escaleras abajo dejando atrás esa mirada con la decepción dibujada en sus ojos.

Al llegar al coche me lancé a su interior como quien pierde el último tren. Una vez dentro y de vuelta a casa de mis hermanas, lloré.

Lloré tanto que mi vestido y mi elaborado recogido se empaparon de lágrimas hasta desvanecerse.

Desnuda, atravesé el umbral de la puerta hacia la chimenea para calentar mis pies mojados. El cristal del único zapato que conservaba conmigo se oscureció con las cenizas. Y sigue guardado en el desván, esperando a que él vuelva.


DESTINO: NUEVA YORK de Américo Fojo Ferretti.

Mi vida paralela había desaparecido. Fueron muchos años de dura supervivencia, desgastante y amarga, llevando dos máscaras que se ocultaban entre sí: la joven perfecta, cuidando de sus padres y la del envilecimiento nocturno en las calles del puerto. Pero ya he tomado una decisión y mi corazón me dice que tendré suerte.

Aguardando subir a la nave, negro coloso de cuatro chimeneas enhiestas, aprieto contra mi pecho mi pasaje a la libertad. La gente que me rodea espera y sonríe. Oigo a alguien que exclama:

‑¡A este barco, ni Dios lo podrá hundir!

En el mar me espera mi nueva vida.

  

SUSURROS de Carmina Seva Alemany.

Mi vida paralela había desaparecido. Vi como cruzaba las vías del tren y supe que ya no lo volvería a ver.

Estaba anocheciendo y una fresca brisa, acariciaba el entorno.

Desde mi lecho, escuchaba el dulce rumor de las olas…

Estaba clareando y un hermoso amanecer

apareció ante mí, dejándome fascinada.

Los placeres de la vida son tan inmensos… hay que saber disfrutarlos.

No me levanté del lecho, podía saborear desde mi ventana, esa luz tan deliciosa, que aparecía sobre el mar… 

¿Qué sonaba en mis oídos? Unos susurros, como suspiros de viento sobre los árboles.

A mi lado estaba Leal, mi fiel amigo. Regresó…


FALSA PAZ de José Salieto.

Mi vida paralela había desaparecido. Al principio me sentí bien, todo había cambiado, familia y amigos estaban más simpáticos y yo me sentía liberado, sin aquel peso que me oprimía. Todo era más nítido, estaba más centrado, menos huraño y con más plenitud.

Pero después todo fue cambiando. Amigos y familiares volvieron a comportarse con la rutina de costumbre y todo a mi alrededor se tornó gris, monótono y vacío. La vida volvió a ser aburrida, estéril, fría y sin sentido. Volvieron los reproches, las quejas, los desaires…

Un día abrí una botella de ron y comencé a beber.

Mi vida paralela había resucitado.


AUSENCIA de María Bastida.

«Mi vida paralela había desaparecido» -se decía a sí misma al aterrizar en esta realidad.

El día había amanecido lluvioso. De repente el cielo se despejó y una luz brillante se coló por la ventana. Se encontraba frente al espejo escuchando a su madre pedirle perdón por haberla abandonado cuando más la necesitaba. Por no haberla apoyado en sus dudas, temores y confidencias. En definitiva, por haberse perdido los momentos más transcendentales de su vida, como cuando dijo: «sí quiero» en el altar. Pero no pudo aplazar aquel viaje que se hizo eterno.

Se giró para mirarse y solo vio reflejada su imagen.


DISTANCIADAS de Martina Arreaza.

Mi vida paralela había desaparecido. Toda mi vida soñé: con la libertad que te da el propio pensamiento que te lleva a lo más profundo de tu ser.

Desde que nací vivíamos juntas, y a la vez tan distanciadas… yo quería volar, salir de allí, “vivir” sin ella. No la soportaba. Ella en cambio era mucho más serena, más feliz y me adoraba, aunque yo no me daba cuenta.

Aún así, hubo tanto amor… que el día que Sandra dejó de vivir, el mundo se paró para mí entonces me pregunté: ¿por qué nunca llegamos a encontrarnos?

Era mi hermana gemela.


RENDIRSE A LO ÉTICAMENTE CORRECTO de Amalia de los Reyes.

Mi vida paralela había desaparecido. Llevaba mucho tiempo oprimido. Me dolía todo, tenía los ojos como chinos, apretados, apenas podía ver. Conforme pasaba el tiempo, mi angustia se hizo cada vez más insoportable. Contuve el aire todo lo que pude, esperando ese momento a solas, pero no había forma. Mi angustia se hizo mayor conforme pasaban los segundos. Empecé a pegar pequeños soplidos disimuladamente, pero estos no eran suficientes. Me puse rojo, amarillo y morado ¡No puede más! Decidí liberarme sin pudor alguno. Esto me costó su amistad, pero yo… me quedé muy a gusto.


LA LLAVE de María José Peña.

Mi vida paralela había desaparecido, los días se han agotado y lo anuncian en la radio,afuera llueve y el cielo gris me invita a pensarte, en tus palabras abriéndome la piel hasta tocar hueso.

Y me he preguntado qué harías si te olvido,si sentirías alivio, si entenderías el daño o si entonces querrías tocar a mi puerta y besarme con ganas.

Qué harías si un día cerrase la puerta para no abrirla más.

Tengo la llave en la mano y no sé qué hacer con ella, y se me hace raro, porque siempre has sido tú el que la llevaba en el bolsillo.


LAS SOMBRAS DEL PASADO de Ana Medina Martínez.

Mi vida paralela había desaparecido aquella tarde de verano. Durante muchos años me seguía sigilosa y callada. Siempre a mi lado, adelante o atrás. Al fin me acostumbré a su presencia. Al caminar sola en días nebulosos llegué a extrañarla. Ese verano me negué a escucharla. No soportaba los reproches que continuamente me hacía y, en un arrebato de furia la empujé al precipicio.

El pasado se fue con ella, llevándose los recuerdos que nos habían mantenido unidas. Una ráfaga de aire fresco, acompañada de un grito de libertad me salió de la garganta.


METAMORFOSIS de Paquita Márquez Ayuso.

Mi vida paralela había desaparecido. Lo comprendí cuando me vi reflejado en el charco que la lluvia había dejado a unos palmos debajo de mi refugio. Incrédulo, me acerqué para cerciorarme. ¡Era cierto! Se había acabado la espantosa sensación de tener que llevar mi vida a rastras, sin despertar más sentimientos en los demás que rechazo y, en la mayoría de las casos, repugnancia. Se había hecho tan insoportable y peligrosa la situación, que oculté mi sufrimiento en ese oscuro refugio que la lluvia nocturna deshizo. ¡Y el milagro por fin resultó cierto!

Desplegué mis preciosas alas y eché a volar.


RUPTURA de Paquita Márquez Ayuso.

Mi vida paralela había desaparecido. De nada sirvió poner en alerta máxima a todos mis sentidos, incluso a ese sexto que aparece a veces. Pero no hubo manera de encontrarla. Tenía toda la pinta de ruptura definitiva. Hice recuento de lo que había desaparecido con ella y me hundí en la miseria. Cierto que quedaban los cinco sentidos clásicos, e incluso el sexto, pero me percaté de que se había llevado consigo todos esos otros que hacen interesante una vida: el de la oportunidad, de la empatía, de la elegancia, hasta el del humor… Empecé a llorar.

Solo me dejó el sentido del ridículo.


NEFELIBATA de Raquel Zaragoza.

Mi vida paralela había desaparecido mucho antes de que los primeros rayos de luz se filtraran por la persiana. Cuando sonó el despertador ya era tarde. La lucidez me había abandonado…

Desde entonces ando siempre vagando por las nubes. Inmersa en las fantasías de una vida onírica, ignoro las adversidades de mi realidad.

Ya sé que todos se burlan de mí. Me llaman; «la nefelibata». ¡Lo sé! Pero nada me importa, mientras yo... ¡siga soñando!


DISOLUCIÓN de Marga Camacho.

Mi vida paralela había desaparecido.

Y no como aquellas veces en las que torpemente la hacía desaparecer. No como aquellas veces en las que sin éxito simplificaba mi existencia. Esta vez, sin duda, era diferente.

Había tocado fondo, como si el hecho de haber vivido el doble, me hubiese reducido a la mitad. No encontré juventud en mi rostro, ni en mis manos, ni un atisbo de fe en mi mismo. No había multiplicado nada, no era más rico ni más sabio. Hoy, que sigo tan perdido como entonces, he salido a buscarte. Porque sin duda, solo puedo recordar la vida que ya no tengo.


PARALELISMO ASIMÉTRICO de Paquita Márquez Ayuso.

Mi vida paralela había desaparecido. El espejo me lo dijo ese día: mi diestra ¡seguía siendo mi diestra! Se acabaron las mamarrachadas de mi ingobernable siniestra paralela que se empeñaba en fastidiarlo todo. Nunca una izquierda fue tan nefasta como la mía. Había costado, ¡ya lo creo! Ahora solo tenía que reeducar mi vida. Ardua tarea, lo sé. Pero a mi real mano izquierda le quedaba tanto por hacer y por decir…

Lástima que ya no pueda contar con la ayuda de la real diestra: tuve que arrancarla, borrarla del espejo. Ahora solo me queda la cicatriz.


LA PREFERIDA de Lourdes Díaz.

Mi vida paralela había desaparecido. Lo supe cuando la vi, desafiante al otro lado del espejo.

Siempre fue un poco más alta, un poco más lista, un poco más perfecta. Era yo, mi otro yo.

Debía acabar con ella. El mundo no estaba preparado para tanta perfección, yo no estaba preparada.

Sujeté con fuerza el carmín, pintándome los labios frente al espejo. ¡Madre! ¡Al fin seré la preferida!

Un certero puñetazo rasgó el cristal del baño. Mi imagen hecha añicos, el dolor lacerante, la sangre… Mi gemela en el suelo a mi lado, y el mundo fundiendo a negro. Por fin era libre.


TIEMPO CLARO Y DESPEJADO de América Martín.

Mi vida paralela había desaparecido. 

Las emociones se arremolinan en copos blancos, que juegan  entre ellas  sin cambiar al gris o al negro tormenta. La paz es luz en el vacío. Me llueve la esperanza de mejorar lo vivido para convertirme en algo más, donde las tormentas no me destruyan.  Y cuando el viento de la razón mueva mis copos ya no tan grises, ya no tan negros, el día siempre nacerá para volver a morir en los brazos de la noche, y mi vida con él. Los suaves cirros de mis sienes, que el viento ha dejado pasar, pronostican un tiempo claro y despejado.


MI SOMBRA de César Díaz.

Mi vida paralela había desaparecido. Hacía un año que ya no sentía el dolor de sus rodillas allá por noviembre; ya no tenía esa estupenda sensación de ligar con el mismo hombre que ella sin que él lo supiera. Ese espejo de carne y hueso en el que jugábamos a ser simétricas se había incrustado en su piel, desgarrando lo más parecido a mi vida. Su velocidad era superior en todos los aspectos de la vida, incluso naciendo doce segundos antes que yo. Y eso le mató.


Fuera de concurso:

SIN CONSECUENCIAS de David Reche Espada.

Mi vida paralela había desaparecido con ese gran truco final que los dejó estupefactos, a los doce. Nunca un arnés y unas cuerdas habían causado tanto revuelo, creo que alguno de ellos llegó a desmayarse después de que me escabullera por la claraboya. El caso es que ya estaba harto de engaños y de ir sermoneando de aquí para allá cubriendo las espaldas al crápula del hermanastro del gobernador, montando numeritos que ocultaran sus barrabasadas, nunca mejor dicho. Así que una vez finalizado el trabajo, con el susodicho en libertad, traspasé la carpintería y huí a India, esperando que no tomaran en serio mis discursitos.

 

EL PODIO

En 3ª posición, con 9 puntos:

ABOGADO de Ana Montesinos.

Mi vida paralela había desaparecido, se esfumó con el cierre de las luces de neón. Las autoridades sanitarias cerraban el excéntrico local que me sacaba cada noche del traje gris y la corbata.

Saber, que después de las interminables reuniones de mi prestigioso despacho de abogados, de tratar con clientes adinerados que querían amasar más fortuna, lidiar con divorcios millonarios donde se reclamaban casas, barcos y joyas, no podría escapar allí, era aterrador, demoledor.

Debía encontrar otro lugar, otro garito, otro club donde ponerme las medias de rejilla, subirme a los zapatos de tacón, pintarme con purpurina los ojos y bailar con mí boa carmesí.


En 2ª posición, con 11 puntos:

LUCES Y SOMBRAS (2) de Narcis Ibáñez.

Mi vida paralela había desaparecido y esa noche perdí mi sombra, deambulando por la oscuridad en Barcelona.

Definitivamente me encontraba desprotegido y busqué en el Whisky compañía.

BAR

CEL

ONA.

descomponiendo el nombre de la ciudad, siempre me salía un bar.

Junto al mejor “on the rocks” ¡por supuesto! conocí una mujer que me advirtió: me pegaré a ti y seré tu sombra... si me lo permites.

Subimos y bajamos, fuimos cómo una noria de bar en bar.

Las luces de las farolas proyectaban vida, qué se alargaba o menguaba al andar unidos, enlazado con ella hice mía su sombra al caminar.

Cerrando la noche...


En 1ª posición, con 12 puntos, hemos tenido un empate entre:

LEONES de Silvia Espina.

Mi vida paralela había desaparecido.

Antes yo era león y hombre. Ahora soy hombre solamente.

Esa alegría de reconocer mi nuevo estado, me llevó a recorrer la inmensa sabana, con ansias de dominarlo todo.

Al llegar a un río, vi a un león saciando su sed; fui a hablarle y a beber con él.

Me devoró. No me había reconocido. 


EL TRIUNFO EN MI MIRADA de América Martín, que con 38 puntos del voto de los lectores, ha sido la vencedora (Aqui la sección de radio)

Mi vida paralela había desaparecido. Levanté mi sombra del suelo y encontré sólo polvo. El pozo de lo vivido tantas veces se había vaciado y en el fondo sólo brillaba el hedor de tu maltrato.

Con mi cara deformada y mis manos ensangrentadas, rasgué dentro de mí para buscar lo que me faltaba y marqué temblorosa aquella llamada, que por el estado de tu borrachera, te impidió ver el triunfo en mi mirada.

Y como nunca te imaginé pidiendo perdón o reconociendo nada, fue mayor mi placer cuando te vi salir de mi vida con las manos atrás y esposadas.

Ahora, vacía pero segura, avanzo.


Enhorabuena a todos, especialmente a los miembros del podio y sobre todo a América Martín.


Tenéis de plazo hasta el viernes 25 de septiembre a las 24:00 para enviar a dareces@gmail.com relatos de 104 palabras en total que comiencen con la frase «Vacía pero segura, avanzo».