miércoles, 3 de junio de 2020

LA HORA IMPÍA




Hora perezosa
que serpentea
por la siesta gozosa.

Sombras adormiladas
que aletean
en tu fantasía agrandada.

Mi deseo repta,
palpándote a ciegas.
por tu piel entera.

Pienso tus pezones,
campo de refriegas,
negros y molones.

Salivo en la almohada
y mis dedos jugones
buscan tu entrada.

¿No será tu aliento
lo que en cada suspiro
creo que siento?

Tu sexo imagino
y se me hincha la alegría
si te pienso a tiro

Se revuelve mi cama impía
en esta siesta perezosa:
nos quedan veinte días.

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