domingo, 5 de septiembre de 2021

ARRIAR BANDERAS


Pretender hacer el amor y no la guerra pero toparse con una sonrisa que es un arma de destrucción masiva, con la intensidad desintegrante de una mirada como jamás has sentido, con unos hoyuelos que son trincheras imposibles en las que refugiarte, con la calidez de un cuerpo a cuerpo que no fue, con las refriegas que solo duelen en la imaginación...

Arriar banderas y batirse, sin mirar atrás, en una retirada a tiempo que siempre sabe a poco, fijar con valentía en la memoria el recuerdo de lo que no ocurrió, zafarse al caer el sol de la ilusión zigzagueante y guadianesca que, sepultada entre las dunas, pretende emboscarte en una playa no desembarcada.