Hoy, 14 de febrero, es justo la
mitad del mes de febrero, ¡con todo lo que ello significa! (que no sé lo que
es…) Y además, hoy es el Primer Jueves de Cuaresma, así que si hoy habéis
comido carne: ¡habéis pecado! Si os habéis tocado entre vosotros: ¡habéis
pecado! Es más, si habéis tenido pensamientos impuros, hoy más que nunca: ¡habéis
pecado! Pecadores, eso es lo que sois.
¡A confesarse ya mismo!
Fíjate tú, qué infortunio que el
Día de los Enamorados, San Valentín, caiga en el Primer Jueves de Cuaresma. Hoy sólo os debéis dejar llevar por
el amor puro, nada de caer en las guarreridas de la carne. San Valentín
sí, pero San Calentón no, así que ¡las manos encima del escritorio! Y así podréis
concentraros mejor en descubrir quién fue San Valentín.
Valentín era un médico romano que
casaba a soldados aunque Claudio II lo había prohibido porque consideraba que
el matrimonio era incompatible con el oficio de soldado. Lo que yo me pregunto
es, si entre tanto rudo legionario, curtido en mil batallas en las fronteras
del Imperio, siempre todos juntos, compartiendo camastros en tiendas de campaña
en mitad de bosques helados que los separaban de los bárbaros del norte… Yo me
pregunto, si con todas estas circunstancias concurriendo, no se vería el bueno de Valentín incluso
en el brete de tener que casar a dos legionarios entre
ellos. Sabed que los romanos se consideraban herederos de los griegos, y que en
el mundo heleno, según cuentan (no sé si será mito o tópico) los lindos y
musculados efebos estaban demasiado bien vistos despertando "insanos" deseos sodomitas (¡pecado!).
Es curioso esto. Claudio II no
quería que sus soldados se casaran por incompatibilidad con el oficio y ordenó
decapitar al bueno de Valentín, que se había ordenado sacerdote cristiano. Y
ahora va la Iglesia Católica, que lo tiene como santo, impidiendo que los curas
se casen por incompatibilidad con el oficio… Estoy por ponerme a casar a
sacerdotes, por ver si se repite la historia y me hacen Santo del Amor de aquí
a unos siglos… Aunque si han de decapitarme primero, pues como que no…
Que por cierto, San Valentín es
un decapitado. Irá el pobre hombre por esos mundos de Dios con su cabeza bajo
el hombro y nosotros cursileando pidiéndole temas románticos. Quizá es por eso
que no asignamos un rostro reconocible a San Valentín y sin embargo uno de los símbolos más representativos de su día es Cupido.
Ya se sabe, siempre queda más pinturero un angelito que sea hijo de Venus y además representante del deseo
amoroso.
Y ya que seguramente estaréis más
que empachados de amor y ñoñerías varias, vamos a mirar a San Valentín desde
otra perspectiva.
Sabemos que el amor es ese
proceso químico que se produce en nuestro cerebro y que nos hace ver todo,
especialmente al ser amado, motivo de que nuestras hormonas hagan la conga, con
otros ojos, y que seríamos capaces de todo.
Un buen ejemplo es el pesado de Pepe l’Amour, esa mofeta inasequible al desaliento que hace la vida imposible a la gatita Penélope.
Otro ejemplo del cegamiento
amoroso es el final de la gran película de Billy Wilder Con faldas y a lo loco donde se produce este diálogo:
Casualmente, el argumento de esta
película comienza con un San Valentín sangriento, con la matanza
de San Valentín de 1929 en Chicago ordenada por Al Capone. Buena forma
de empezar una historia, con una matanza en un día de San Valentín.
Otra historia de amor, con boda,
con amigos que hacen lo que haga falta por los suyos, con sacrificio y esfuerzo
por la pareja es una de Cameron Díaz. No me refiero a La boda de mi mejor amigo donde Julia Roberts intenta hacer
fracasar la boda de Díaz (qué horror y qué mala intención querer hablaros de eso en un día de San Valentín), sino que hablo de Very bad things, donde Cameron Díaz sí se casa pero… Pero vamos,
que gracias a la despedida de soltero que organizan los amigos del novio en Las
Vegas todo se va liando de mala manera hasta que termina como el rosario de la
aurora.
La sierra, ese intrumento indispensable en bodas...
Y es que el amor es mal consejero,
mirad si no la que se
montó en Troya, por un quítame allá esas Helenas… Al menos Homero se sacó
de la manga la Ilíada (que es el poema más antiguo escrito en la literatura occidental)
y la Odisea.
Y el caso es que tampoco era para tanto, pero mira, el amor es lo que tiene.
Y es que por amor se han hecho
muchas tonterías. Repasad vosotros mismos, anda, sed sinceros y preguntaros: ¿cuál es la peor calzonazadas que habéis hecho vosotros?
Yo os puedo contar una que sí
hubiera hecho, que es el acto de enamorado del protagonista del libro El mundo perdido de Sir Arthur Conan Doyle, el creador de
Sherlock Holmes.
Libro que lei en la EGB y que al final del curso me pude quedar. Uno de mis favoritos desde que tengo 10 años (por cierto, la colección Tus llibros de Anaya era una maravilla.
En esta novela de 1912, el joven
reportero Ed Malone es conminado por su amiga Gladys, de la que está prendado,
a que haga algo heroico, alguna aventura que haga de él alguien especial a
quien admirar. Y éste, ciego de amor, acaba embarcado en una expedición
científica a la selva amazónica donde se enfrentará a dinosaurios y homínidos
primitivos. Pues bien, después de todas estas vicisitudes, cuando el bueno de
Ed Malone regresa a Londres, se encuentra con que Gladys se ha casado con otro.
Es más, ella le dice: “la cosa no sería
tan profunda si te permitió marcharte al otro lado del mundo dejándome sola.”
¡Toma ya! ¡Con un par!
Y además, ¿con quién creéis que
se caso la bella Gladys? ¡Con un oficinista! ¡Con un gris y aburrido escribiente de
procurador! Toma aventura y esforzarse por conseguir la admiración de tu amada…
Nunca toméis decisiones serias cuando estéis enamorados, o podéis acabar recolectando champiñones en la Luna, por poner un ejemplo.
Visto así, me quedo con el método
de Ismael Serrano en su Canción de amor
propio
El amor es amravilloso... :p
ResponderEliminarComparto la ironía.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCuánto recuerdo a Pepe Le Pew (Así era en Venezuela) y sus persecuciones de la pobre Penélope jajajajaja
ResponderEliminarDe vuelta a la más tierna infancia con esos clásicos :-)