jueves, 9 de febrero de 2017

COCINA POSTAPOCALÍPTICA

Se entrenaban para estar muertos en los locales parroquiales, junto a la cantina de Paco el Salmonelo, cuyas croquetas de alioli eran famosas por desalinear los astros.

Algunos sostienen que fue la conjunción de ambos factores: la freidora de Paco por un lado y los estudiantes de arte dramático por otro, que cada tarde ensayaban despreocupados en la parroquia una revisión postmoderna de George A. Romero; la desencadenante de la plaga así como el motivo de la tardanza en descubrirla. Sólo cuando la alcaldesa apareció babeando en el pleno supieron que eran muertos vivientes reales, no una performance. Tarde…

Ahora los supervivientes tenemos proscrito el ajo, y la cocina del Apocalipsis es insufrible.

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