martes, 12 de mayo de 2020

(OTRO) DIARIO PARA UN CONFINAMIENTO POR PANDEMIA GLOBAL: Empañar


MARTES 12 DE MAYO


Que ya tiene mala pata haberme lesionado un gemelo haciendo gimnasia en casa. Habré de vigilar un poco mi dieta para no pasarme ahora que estoy algo menos activo, que encima hoy llueve y no apetece mucho salir. Aunque bien pensado, quizá sea el mejor día para salir y caminar con menos gente por la calle (verás cómo todos hemos pensado lo mismo…).

Hoy me he levantado tarde, quizá el que más tarde he amanecido un día entre semana. Tampoco ha sido nada del otro mundo, a las diez de la mañana, pero veo que sufro el peligro que ir retrasando mi horario más de la cuenta, y se me va corriendo la hora de comer y, si además veo una peli luego, la de la siesta. Y temo que justo cuando me haya hecho a ese nuevo horario tardío me tocará trabajar de nuevo… Ya he soñado un par de veces que recibía correo de mi jefe con faena. Qué poco me apetece, pero desde luego que no me quejaré. Hace un rato mi vecina (no la petarda, la que mola) me ha contado por whastapp que en su proyecto vuelven a la oficina a principios de junio: Retornos en la Segunda Fase… Tengo mañana una videollamada con los excompañeros del contrato en el que estaba, a ver qué nos dice el jefe, si hay intenciones de AENA de retomar el contrato con todo el mundo (han quedado dos de catorce iniciales) o qué quieren hacer. Yo he de pensar en mi futuro.

Con esto de levantarme tarde, hoy no he cumplido con una de las rutinas que se me había instalado en estas extrañas vacaciones confinadas. El martes es el día de ir a la compra, pero esta semana me sobra aún comida y cerveza, con lo que además de que la hora a la que me he levantado me haría llegar a comprar en un momento de más acumulación en el súper, tampoco he visto recomendable ir para pillar solo unas pocas cosas: no tengo espacio en la nevera y mejor ir vaciando antes de volver a llenar. Aunque teniendo en cuenta que el viernes es San Isidro, festivo en Madrid, no dejaré la logística del hogar para el jueves, que seguro que habrá más gente de lo normal. Iré mañana. Ya voy a necesitar la semana que viene papel higiénico, que me queda poco más de un rollo en casa.

Así que mañana salida doble. Por la mañana a la compra y por la tarde a la peluquería. Compré mascarillas hace unos días, para usarla en la pelu. Ayer la probé por primera vez. Con la humedad ambiente de la lluvia que llegó a caer un poco y mi respiración a veces se me empañaban las gafas; y el pelo de la barba hace un extraño efecto que tira la mascarilla hacia abajo, por más que la intentase anclar a mi nariz, que no es pequeña. Dramas de la protección virológica.


David 55 – Nocilla 0

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