jueves, 8 de noviembre de 2012

MÁS ALLÁ DEL SÓTANO I: De la fotografía

¡Sonreíd! (1)



Rebeca Navarro y servidor de ustedes estaremos  cada dos semanas con Ester Martínez y Emilio Poveda  en su programa de Radio Jove Elx: El Sótano (107.5 FM) con una sección llamada Más allá del sótano.

AQUÍ lo podéis escuchar

En nuestra primera intervención, y aprovechando que Ester y Emilio tuvieron como invitados a la gente de AFELX: la Asociación de artes audiovisuales y fotográficas de Elche, hablando de fotografía; y ya que los responsables de esta sección somos personas muy fotogénicas (algunas más que otros), nos ha gustado el tema y vamos a hablaros un poco de la relación entre la fotografía, la literatura y el cine.

Aparte de para salir fatal en las fotos de carnet, ¿qué más se puede hacer con las fotografías? Pues cosas tan variopintas como:

Qué guapos y sofisticados ello. Lástima que la pose sea innecesaria
porque supuestamente no salen en las fotografías
  • Saber si has estado el fin de semana con vampiros: Si el domingo, después de estar el finde en el campo, das un repaso a las fotos que te hayas hecho con esa gente tan rara que conociste en el bosque; descubres que estás solo en las fotografías... Una de dos, o eran vampiros o ibas muy perjudicado.
  • Una buena fotografía también puede servir para obtener más contactos en las páginas de ligoteo (en serio, es lo que tuve que hacer para tener mobia). Respecto a esto recomiendo leer el sesudo análisis hecho en el imprescindible blog de Vicisitud y sordidez.
  • Y por último, en el supuesto de que viajaras en el tiempo, con una fotografía puedes saber si estás alterando el continuo espacio temporal. De eso sabe algo Marty McFly en Regreso al futuro.

Un desmejorado Marty McFly llegando tarde

Sí, las fotografías han dado mucho juego en las películas.

Y tanto, ahí van unos ejemplos (tomados de esta web):

·       Blow up (1966) de Antonioni
o  Antonioni se basa en un cuento de Julio Cortázar, en el que un famoso fotógrafo londinense realiza unas fotografías a una pareja en el parque. Éstos lo descubren y, tras la insistencia de la chica por recuperar los negativos, el fotógrafo empieza a sospechar. Tras ampliar y ampliar las copias descubre una forma irreconocible entre unos matorrales. Una película que nos plantea hasta qué punto lo que aparece en una fotografía puede utilizarse como prueba de la verdad. Para algunos hipnótica, para otros insoportable. Ganó la Palma de Oro de Cannes ¿Quién se atreve?


El Londres Ye-yé en apogeo

·       Smoke (1994), de Wayne Wang, con Harvey Keitel.
o  La historia del propietario de un estanco en Brooklin, que cada día a las ocho en punto de la mañana está en su esquina, con su cámara sobre el trípode, listo para tomar una fotografía con el mismo encuadre del mimo rincón de Nueva York. Durante catorce años ha estado tomando esta fotografía y formándo una gran colección de escenas que ocurren a diario en un mismo lugar y a la misma hora. La película narra la hitoria de cómo este estanquero consiguió su cámara fotográfica, la clásica Canon AE-1. Carlos Boyero, un críticode  cine a tener en cuenta dice "Yo la reviso con frecuencia. Ayuda a sobrevivir"


·       El ojo público (1992) de Howard Franklin, con Joe Pesci
o  El Gran Benzyni, un reportero gráfico en Nueva York, personaje basado en Weegee (Arthur Felling), es el mejor fotoperiodista de escenas de asesinatos de esa época en la Gran Manzana. Weegee es el mejor fotógrafo del crimen. Poeta del dolor y la angustia de la urbe moderna, que no tiene ningún reparo en modificar elementos en la escena del crimen antes de que llegue la policía, incluso pedirle a policías que le pongan el sombrero al muerto (la foto de un muerto con sombrero vale unos dólares más que si no lleva sombrero).
o  Obsesionado por lograr la publicación de su obra y acostumbrado al trato personal tanto con la policía como con la mafia, se ve involucrado en una historia entre mafiosos en la que, cómo no, aprovechará para tomar sus mejores fotografías.



·       Retrato de una obsesión (2006), de Steven Shainberg, con Nicole Kidman y Robert Downey Jr.
o  Narra la historia personal de la fotógrafa estadounidense Diane Arbus, cuyos retratos consiguieron sobresaltar la sociedad americana de los años sesenta.

·       The Bangbang Club (2011) Steven Silver
o  La historia de cuatro reporteros de guerra reales (Kevin Carter, Greg Marinovich, Ken Oosterbroek y Joao Silva) que nos han hecho llegar multitud de imágenes impactantes sobre las crueles historias que se han vivido y siguen viviéndose en África. Esta película narra las experiencias reales de estos cuatro reporteros en sus últimos días en Sudáfrica.
     Más cercana a la historia de estos reporteros, os recomiendo Territorio Comanche de Pérez Reverte.




Pero, aunque una imagen vale más que mil palabras, este blog quiere tener una vocación literaria, así que hemos de hablar también de la palabra escrita, así que aquí van algunos libros literarias en los que la pintura y las fotografías son un elemento esencial de la obra. Y eso es lo que ha preparado Biorrebeca (a excepción de El Pintor de batallas) para este post:


En esta primera visita más allá del sótano hemos querido explotar un universo literario que daría para hablar de multitud de autores y sus obras, porque la novela, biográfica o no, que explora las vidas de los grandes genios de la pintura, es ya un género en sí. En nuestra búsqueda, hemos encontrado novelas que, a pesar de guardar un cierto parecido en lo que al uso del arte pictórico se refiere, son muy diferentes entre sí y atestiguan la infinita variedad de obras que pueden surgir de la mente de los escritores cuando sus personajes son también artistas, pero del lienzo.

  Empezamos con un imprescindible de la literatura contemporánea, J.R.R Tolkien. Muchos se preguntarán cómo fue el antes de la obra cumbre de uno de los escritores más leídos de todos los tiempos, El señor de los anillos; pues el antes es una obra llamada La hoja de Niggle, escrita en 1939 (The Lord of the rings se publicó en 1953), en la que el autor ya habla sobre hombres (no sabemos si su mente había inventado ya a los hobbits) bondadosos y entregados, trabajadores y muy cercanos, representados por su protagonista, Niggle, un hombre cuya mayor ilusión es pintar un cuadro con una hoja y un paisaje alrededor de ésta, pero que desgraciadamente no puede acabar debido a sus innumerables labores cotidianas. Este era uno de los grandes miedos de Tolkien y esta es probablemente la razón por la que ambos, autor y protagonista, se identifican por completo.


 

No he podido evitar incluir en esta selección el que creo el mejor libro de los recomendados hoy (aunque esta es una impresión siempre subjetiva), La Obra, de Emile Zola quien, siendo amigo de la infancia del pintor impresionista Paul Cezanne, es el mejor testimonio naturalista de la corriente artística de la época, porque lo es también de todos los cambios que sufrió la sociedad de la segunda mitad del siglo XIX, especialmente en lo que a lucha y conquista social de refiere.

 Émile Zola, autor del J'accuse, retratado por Manet

Nuestra tercera recomendación, La Obra maestra desconocida, sale de la pluma de Honore Balzac para explorar en su plenitud la senescencia física y artística de un pintor, Frenhofer, que conoce a su musa y se enamora perdidamente, creyendo así que ha encontrado una nueva razón para brillar. Es un relato sobre la subjetividad de la belleza, pero sobre todo es una historia sobre la imposibilidad de vencer a la realidad y a la muerte si no es por medio del arte.

 El sin par Balzac

Una obra más reciente es El pintor de batallas de Arturo Pérez Reverte, donde el protagonista es un periodista de guerra que se ha retirado a una torre en la costa. Dentro de esta torre el fotógrafo se dedica a pintar un gran mural en el que intenta reunir todo el horror que ha contemplado y reproducido con su cámara en sus años de profesión. El conflicto de la novela llega cuando este autoenfrentamiento al recuerdo de las guerras que ha vivido se personaliza en un excombatiente croata que aparece en su torre. Éste le explica cómo la fotografía que dio la fama mundial al protagonista, una foto de este combatiente croata, condenó a su mujer cuando su cara circuló por todo el mundo y fue reconocida en el pueblo serbio de donde había huido dejando allí a su familia. Una historia de miedos interiores y fantasmas del pasado.

Una de las citas para mí más interesantes del libro, que dice el protagonista pero que nos la está diciendo realmente el mismo Pérez Reverte, reportero de guerra, es la siguiente:
Es que la palabra humanitario estropea al fotógrafo. Lo vuelve consciente de sí mismo, y éste deja de ver el mundo exterior a través del objetivo. Termina fotografiándose él.”



Y para terminar un relato gótico, porque si hay una razón por la que se debe leer a Lovecraft es para experimentar la atmósfera única que envuelve a sus obras. El modelo Pickman es la inquietante historia de un pintor, Richard Upton Pickman, conocido por sus obras monstruosas capaces de atormentar a cualquiera que no sea ciego. La historia es contada por un conocido de éste, Thurber, a Eliot, su interlocutor. En ella Thurber va descubriéndole por qué Pickman es capaz de pintar esa clase de monstruosidades y el final es, si cabe, más terrorífico que las propias obras del genio.


H.P. Lovecraft y sus criaturas



(1) Gracias a María José, por echarnos esta foto desde su blog Letras Peregrinas.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, tanto el post como la intervención radiofónica que lo genera. De hecho, teniendo en cuenta vuestra "virginidad" radiofónica (relativa, porque David ya tiene más experiencia) y los problemas técnicos, creo que superasteis el estreno con nota alta. Enhorabuena. Será un placer seguir leyéndoos y escuchándoos cada dos semanas.

    El contenido del post me ha parecido de lo más interesante y he releído el relato de Lovecraft. Como tantos de los suyos, siempre me parece que la resolución es inferior a la creación de la atmósfera, pero no digo eso como algo negativo, sino como modo de admirar la maestría del estadounidense en la urdimbre de situaciones sofocantes.

    En definitiva, celebro que se os dé voz en un espacio radiofónico. Enhorabuena que lo merecéis, y a por todas.

    C.

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  2. Muchas gracias por el comentario y las alabanzas. La verdad es que quien se lo curró fue Rebeca, yo sólo copié y pegué e improvisé.

    Intenatremos mejorar, tanto el tema literario como el radiofónico (en el que mi teléfono de casa falló estrepitosamente).

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