lunes, 12 de noviembre de 2012

Microrrelato: Consejos de supervivencia no emocional



Vigila tus pies(*), últimamente los he visto rondar por lugares que no deberían frecuentar tus impolutas suelas tan poco gastadas. Y ya sabes lo que pasa en esas aceras sucias y canallas donde no gustan las huellas desconocidas, ¿verdad?

Si tus pies no te llevan allí donde el Viejo no quiere verte, tienes más probabilidades de que tu entrepierna no te traicione (lo hará, créeme, un hombre para condenarse a sí mismo sólo necesita que le den una oportunidad).

Por otro lado tienes razón, tu corazón sufrirá, sí, pero no porque se acelere con desenfreno como cuando tus manos recorren unas caderas equivocadas, sino porque la distancia es una cura dolorosa que se administra en dosis permanente. Piénsalo. Mejor que sigas ese tratamiento, tómatelo como una quimioterapia dolorosa que te salvará.

Si tus pies no te llevan allí, tu cabeza podrá seguir usando sombrero, y esos bonitos y caros zapatos no te precederán antes de hora en una caja de madera.





 (*) De un concurso de Radio Castellón en el que ésa era la frase sugerida para el tema del microrrelato.

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