lunes, 19 de febrero de 2018

AMAZONAS


Con los pies a remojo mientras pescaban en la playa iban fantaseando en voz alta sobre lo que harían en el futuro hipotético de una buena pesca. Las olas del Caribe les rendían pleitesía muriendo en la orilla, igual que los corazones de los turistas cincuentones que al verlas pasar soñaban con una segunda juventud, cortesía de alguna mulata veinteañera de curvas imposibles y risa cantarina. Ellas ya habían aprendido que sus sueños se construían con los sueños de otros. En este caso el suyo era pescar con quién escapar del paraíso, igual que un jinete deja atrás su recuerdo en forma de estela de polvo intangible.


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