lunes, 12 de febrero de 2018

NOUVELLE VAGUE


Se quedaban discutiendo dónde pondrían el sofá minutos interminables, a veces incluso horas, sin ninguna consideración por el resto del equipo que esperaba aburrido, tirado indiferente en el suelo o peleando por el escaso hueco que brindaba la cama. Ella, mientras los escuchaba repetir siempre los mismos argumentos sobre la incidencia lumínica desde la ventana, el espacio disponible para hacer encuadres contrapicados o el contraste cromático con la pared, creyéndose discípulos aventajados de Godard, se preguntaba con cada rodaje si su público realmente apreciaba tales sutilezas. Hastiada, solía pasear sin albornoz, para provocar, mientras releía el guion. El último se titulaba Nada comparable a un buen polvo.

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