Pones esa intensidad que me
calma,
transmites esa calma que me
excita.
Derrocho ganas de compartir
silencios
y ahorro los susurros que te
lanzaré.
Los guardo en una cajita de notas
tomadas,
de ilusiones confinadas y de los
pactos que firmé.
Mi precaución visita el casino,
se lo juega todo a tu copa de
vino.
Soy una prudencia desatada,
una mariposa trasnochada,
el deseo que ronda tu ombligo,
el gato que sueña contigo.
El que de tus manos tiene anemia
porque no termina esta pandemia.
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