jueves, 23 de abril de 2020

(OTRO) DIARIO PARA UN CONFINAMIENTO POR PANDEMIA GLOBAL: Dime qué día es.


JUEVES 23 DE ABRIL


Hoy es jueves… De repente esta mañana, en la ducha, he parado un momento y me lo he tenido que recordar. Me pasa a menudo, eso de estar en la ducha al final del día y tener que recordarme a mí mismo, al final de la jornada, en qué día de la semana estoy, como si los árboles del día me impidieran por un instante vislumbrar el momento de la semana por el que transito. Esta mañana en la ducha me he dado cuenta de que ahora es mucho más necesario tener que recordarte qué día es. Y ya que estamos, os cuento que yo soy de los que se duchan por la tarde-noche en lugar de por la mañana, salvo en estos días donde el hecho de hacer deporte después de levantarme he cambiado el hábito.

Pero vale, también es verdad que esta mañana no he hecho ejercicio… A ver cómo evoluciona mi gemelo izquierdo después del pinchazo que me di ayer. Ya no me duele ni tengo molestias, pero haré caso a mi fisioterapeuta de cabecera y haré sesiones de estiramiento para relajar un poco después de todos los días seguidos de ejercicio que llevo (que no es que estuviera muy acostumbrado).

Así que he decidido comer un poco más suave: he improvisado un guiso de bacalao con un par de trocitos de lomo de bacalao que tenía en el congelador, con alcachofas, puerro, pimiento rojo, anchoas (que se han deshecho dándole a todo un saborcito potentón) y  champiñones.

Y ahora que ya he terminado de preparar el directo que haré esta tarde en Instagram después de los aplausos de las 8 de la tarde, me empieza a entrar hambre… La bestia arrecia en mi barriga.

Pues eso, hoy es el día del libro, un extraño día del libro, y después de que mi amiga Anna me preguntara ayer que si iba a hacer algo para conmemorarlo, pues he decidido preparar un directo en jueves (los hago siempre en viernes) hablando de algunos de los libros que supusieron un cambio en mi vida e invitando a amigas y amigos para que hablen de sus preferencias literarias. Creo que va a quedar bonito.

Espero que el bebé de al lado no se ponga a llorar… Hoy, mientras comía, me he dado cuenta de que está pasando de la fase de llorar desconsoladamente a la fase de gritar y golpear cosas. Está descubriendo su voz y el poder de sus manos…

Un poco de Nocilla seguro que lo calmaría…


David 36 – Nocilla 0



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