MIÉRCOLES 1 DE ABRIL
Las agujetas siempre esperan
escondidas para atacarte cuando más confiado estás. Ayer volví a hacer
ejercicio, una sesión más corta que la del día anterior, pero más intensa, y
esta mañana he empezado a redescubrir ciertos músculos que estaban adormilados
en medio de la inactividad. Venga, a ver si salimos del confinamiento con tipín,
que este verano próximo vamos a tener que resarcirnos. Por ahora seguiré
dejándome animar por la youtuber
deportista que me llama campeona.
¿Y qué haces cuando estás
confinado en casa, se te ha acabado el trabajo, no te dicen a qué dedicarte y
por tanto pones en marcha otro contador, el de los días ociosos? Pues además de
levantarte más tarde porque no hay que teletrabajar, he puesto una lavadora, he
limpiado el salón con un poco más de esmero de lo habitual (incluyendo plumero,
trapo húmedo con amoniaco, fregado de suelos con cera…), he preparado unas
habichuelas fabeadas (si hay trucha
asalmonada, puede haber habichuelas fabeadas,
uno de mis guisos caseros estrella), siesta después de los chatos de vino que
acompañaban a la comida…
Hoy me ha pasado algo
desagradable. Compartí en mi estado de Whastapp
la (para mí) buena noticia de que según un estudio del Imperial College británico
las medidas de confinamiento han evitado hasta ahora la muerte de unas 16.000
personas en España. Un conocido me ha respondido con un vídeo de una charla en
la que se explica al personal sanitario cómo actuar en situación de medicina de
guerra (la decisión de a quién se atiende y a quién no, circunstancia a la que
ya se llegó en lugares de Italia y que mencioné ligeramente hace unos días). Por
lo que deduzco de lo que este conocido siempre comparte en sus redes, quería responderme
que todo está mal, que nos ocultan cosas, que nos manipulan y que los que están
al frente de esto son unos ineptos. Y estoy un poco cansado de que nos quieran
restregar eso ahora. Me parece tremendo tener que explicarle a alguien mis
motivos para no querer compartir nada, ABSOLUTAMENTE NADA negativo o que
suponga una crítica, ni contra el gobierno de España ni contra el de la
Comunidad de Madrid, que es donde estoy: todos los días hablo con gente que
llora, que lo está pasando mal en su casa, gente que atiende a pacientes
críticos en un hospital, otros que tienen que despedir a alguien, que han de
finiquitar relaciones laborales... Y lo que menos necesita ahora mismo esa
gente que llora es que yo contribuya a su percepción de que nos vamos a la
mierda y no hay nadie al frente. Esas personas necesitan buenas noticias y
confianza para no venirse abajo, porque todos los días sé de gente desbordada
en varios campos, que sufre ansiedad y que la casa se le cae encima. Honestamente
creo que ahora mismo no ayuda compartir malas noticias, no porque no haya que
criticar lo malo, sino porque no tiene efectos reales en la solución de esto
(aunque será necesario ser todo lo critico que se tenga que ser en el futuro,
que ha muerto mucha gente, claro, pero la crítica en tiempo real, con
conocimientos parciales de por qué se toman las decisiones me parece que no
aporta nada en este momento). Le he pedido que se preguntara si su difusión de
la verdad que él percibe tiene algún efecto deseable en este momento. Yo he
decidido ayudar a los que me rodean de la única forma que puedo (eso incluye no
difundir lo malo), y cuando esto pase volveré a desencantarme o a desengañarme
de quienes se demuestre que hayan sido ineptos, pero no ahora.
Y peor que esto son los metemierda de manual que comparten y
difunden, no ya malas noticias, que allá cada quien con su aportación; sino
bulos, mentiras que algunos se tragarán y que por desgracia no hacen más que
acrecentar la confusión.
Bueno, yo me quedo con las buenas
noticias: hoy la enfermera desconocida con la que hablo de tanto en tanto me ha
contado que en efecto llevan un par de días sin nuevos ingresos en las UVI, y
que mañana extubarán a Cristóbal, alguien que ingresó hace diez días y que
mejora jornada a jornada, y que no pude dejar de sentirse orgullosa de haber
colaborado en su mejoría, porque montaron hace tres semanas una UVI desde la
nada, con personal que no estaba habituado a trabajar en estas unidades, y lo
están superando y sacando a la gente adelante. Es en esto en lo que quiero
hacer hincapié ahora.
Y también con las celebraciones
familiares aunque sean a distancia. Hoy es el cumpleaños de mi madre, y durante
los dos últimos días hemos estado grabando vídeos su familia y amigas para que
mi hermana hiciera un montaje de forma que toda su gente pudiéramos estar de
alguna manera con ella. Dice que se ha tirado toda la mañana viendo el vídeo y
llorando, pero por una vez sé que quien me dice que llora lo ha hecho por la
alegría. Qué bien, ¿verdad?
David 14 – Nocilla 0
Muy bueno y emotivo...siempre positivo...
ResponderEliminarGracias!
EliminarSabemos por dónde estamos pisando pero que ello no nos impida seguir mirando al frente.
ResponderEliminarGracias David por tus palabras.
Sabemos por dónde estamos pisando pero que ello no nos impida seguir mirando al frente.
ResponderEliminarGracias David por tus palabras.