MIÉRCOLES 29 DE ABRIL
El viernes pasado dije que hacía
una tarde con luz de verano, mis sentidos confundían a mi cerebro con percepciones
más propias de finales de agosto. Hoy sopla el viento, igual que en las tardes
de la última semana de agosto en la playa. Al menos tengo ese recuerdo de
cuando siendo niño o adolescente veraneaba en Santa Pola, la última semana por
la tarde el viento arremolinaba la arena por las calles de Playa Lisa y Gran
Playa. Hoy la temperatura es agradable, pero he tenido que cerrar la ventana
porque el viento es molesto. Ayer escuché en la radio que la Agencia Estatal de
Meteorología advierte de que vamos a tener un mes de mayo caluroso. A ver qué
tal se me da en mi pequeño invernadero.
Al menos podré combinar el ejercicio
en casa con la youtuber María Martínez (de la que soy una de sus campeonas y
guapísimas) con correr por la calle a partir del sábado 2 de mayo. Para quienes
penséis «Mira, uno que se apunta a lo del running»,
os cuento que yo ya salía a correr cuando se llamaba footing, después creo que fue jogging;
y ahora le llaman running. Yo siempre
he salido a correr, con más o menos frecuencia desde que tengo 15 años. Me pregunto
si podré correr por el parque de Madrid Río, como suelo hacer o si estará
cerrado y tendré que inventarme un circuito en un radio de 1 km alrededor de mi
casa: me da para ir hasta el puente monumental de Arganzuela, un poco más allá
del de Toledo, subir al cruce de Ribera de Curtidores con Ronda de Toledo, de
ahí al Mercado de la Cebada en La Latina, seguir al viaducto de la calle
Bailén, bajar al puente de Segovia y cruzar al otro lado del río hasta el
parque de San Isidro. No sé, mucha cuesta. Y ahora, si estáis aburridos, quienes
no sabéis donde vivo podéis triangular con los datos que os he dado y averiguar
dónde me confino.
No sé, cuando ayer se supo lo de
las fases de la desescalada me dio un poco de bajona al darme cuenta de que
hasta finales de junio no podré salir de Madrid (y es muy posible que se
alargue hasta julio, dado que la Villa y Corte es el centro de nuestro Fin del
Mundo). Y no es porque esté mal en casa en esta situación, pero hay gente a la
que abrazar fuera de Madrid. Con los de Madrid parece que me podré encontrar en
la primera fase (¡qué también hay ganas!).
En todo caso se acerca el momento
de ir tomando una decisión respecto a ese cambio de vida que esta pandemia me interrumpió.
Hasta julio no podré iniciar, pero a ver en qué condiciones. Mucho que pensar.
David 42 – Nocilla 0
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