LUNES 13 DE ABRIL
Me desperté a mitad de la noche
pasada para ir al baño y tenía el Agapimú
en la cabeza. Mientras estaba sentado en la taza del wáter (orino sentado)
tarareaba inconscientemente la canción, y cuando después de lavarme las manos
volví a la cama, me dormí de nuevo mecido por la voz de Ana Belén.
Y más que la voy a tener porque
hoy mi familia paterna se ha despachado con la preparación de un vídeo de
nosotros con esa canción. Otro tema que se nos va de las manos…
Sin embargo cuando al meterme en
la ducha después de hacer mis ejercicios de hoy me he puesto música (siempre
tengo música o la radio cuando estoy en casa) la primera canción que ha sonado
en el aleatorio de una de mis listas de Spotify ha sido Relator de Scarlet Johansson y Pete
Yorn. Entonces me ha llegado un flash a la cabeza: esta noche he soñado con esa
canción, más concretamente que estaba escuchando música y en el sueño me daba
una gran alegría cuando de repente sonaba Relator.
Y al meterme en la ducha, he vuelto a alegrarme porque en efecto Scarlet
Johansson ha salido de mis sueños para cantarme en el baño.
Pequeñas alegrías de un
confinamiento.
Ayer domingo no pude gestionar mi
agenda para hacer ejercicio, pero hoy lunes sí. Esta mujer que me anima desde
la pantalla me descubre cada día un músculo nuevo al que torturar… Pero soy «una
campeona», ¡y lo lograré! ¡Calor que sí, «guapísima»!
Hoy es lunes de Pascua, y como
conté ayer, es tradición que los padrinos regalen la mona de Pascua a sus ahijados.
Fue el sábado cuando caí en ello y tuve que improvisar con un conejo de
chocolate del Mercadona, sin saber si podría enviarlo hoy. Y ha sido posible,
frente a casa tengo un servicio de paquetería y tras llamarles ha venido un mensajero
para enviar el conejo de chocolate a mi ahijada y familia, junto con el regalo
de cumpleaños que compré al padre justo antes de que empezara el confinamiento
y que ya no pude entregar.
Acabo de hablar con él, y por un
error de transcripción pusieron Paula en el nombre de entrega en lugar de Pau,
con lo que le han dicho al portero que no era de ellos. Espero que el hombre no
haya decidido quedárselo. Por otro lado eso confirma que los padres de mi ahijada no leen este blog, porque ayer lo conté y deberían haber estado esperando un paquete con emoción.
En fin, es una forma de asomarse al
exterior, aunque sea enviando algo. Cada día al asomarnos a las ventanas y
balcones para aplaudir también compartimos un rato con los vecinos. Ayer la
señora mayor de enfrente, una planta más abajo, que aplaude con ciertos
problemas de coordinación, con un poco de torpeza, me saludó, y le devolví una
sonrisa. Dos plantas más arriba, como dije hace unos días, hay un matrimonio también
mayor, pero ayer no se asomó el marido. Me pareció extraño, porque son de los
que nunca han faltado. Hay otros vecinos en ese edificio de enfrente que no
repiten todos los días, y algunas familias se turnan de forma que no siempre
los veo a todos, así que tampoco les paso lista. A ver si hoy vuelve el marido
que faltó ayer por primera vez. No es por fiscalizar, sino porque al final te
preocupa, ¿qué le habrá pasado al hombre? No creo que estuviera dándole a la
Nocilla.
David 26 – Nocilla 0
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