lunes, 13 de abril de 2020

(OTRO) DIARIO PARA UN CONFINAMIENTO POR PANDEMIA GLOBAL: Conejo de Pascua


LUNES 13 DE ABRIL


Me desperté a mitad de la noche pasada para ir al baño y tenía el Agapimú en la cabeza. Mientras estaba sentado en la taza del wáter (orino sentado) tarareaba inconscientemente la canción, y cuando después de lavarme las manos volví a la cama, me dormí de nuevo mecido por la voz de Ana Belén.

Y más que la voy a tener porque hoy mi familia paterna se ha despachado con la preparación de un vídeo de nosotros con esa canción. Otro tema que se nos va de las manos…

Sin embargo cuando al meterme en la ducha después de hacer mis ejercicios de hoy me he puesto música (siempre tengo música o la radio cuando estoy en casa) la primera canción que ha sonado en el aleatorio de una de mis listas de Spotify ha sido Relator de Scarlet Johansson y Pete Yorn. Entonces me ha llegado un flash a la cabeza: esta noche he soñado con esa canción, más concretamente que estaba escuchando música y en el sueño me daba una gran alegría cuando de repente sonaba Relator. Y al meterme en la ducha, he vuelto a alegrarme porque en efecto Scarlet Johansson ha salido de mis sueños para cantarme en el baño.




Pequeñas alegrías de un confinamiento.

Ayer domingo no pude gestionar mi agenda para hacer ejercicio, pero hoy lunes sí. Esta mujer que me anima desde la pantalla me descubre cada día un músculo nuevo al que torturar… Pero soy «una campeona», ¡y lo lograré! ¡Calor que sí, «guapísima»!

Hoy es lunes de Pascua, y como conté ayer, es tradición que los padrinos regalen la mona de Pascua a sus ahijados. Fue el sábado cuando caí en ello y tuve que improvisar con un conejo de chocolate del Mercadona, sin saber si podría enviarlo hoy. Y ha sido posible, frente a casa tengo un servicio de paquetería y tras llamarles ha venido un mensajero para enviar el conejo de chocolate a mi ahijada y familia, junto con el regalo de cumpleaños que compré al padre justo antes de que empezara el confinamiento y que ya no pude entregar.

Acabo de hablar con él, y por un error de transcripción pusieron Paula en el nombre de entrega en lugar de Pau, con lo que le han dicho al portero que no era de ellos. Espero que el hombre no haya decidido quedárselo. Por otro lado eso confirma que los padres de mi ahijada no leen este blog, porque ayer lo conté y deberían haber estado esperando un paquete con emoción.

En fin, es una forma de asomarse al exterior, aunque sea enviando algo. Cada día al asomarnos a las ventanas y balcones para aplaudir también compartimos un rato con los vecinos. Ayer la señora mayor de enfrente, una planta más abajo, que aplaude con ciertos problemas de coordinación, con un poco de torpeza, me saludó, y le devolví una sonrisa. Dos plantas más arriba, como dije hace unos días, hay un matrimonio también mayor, pero ayer no se asomó el marido. Me pareció extraño, porque son de los que nunca han faltado. Hay otros vecinos en ese edificio de enfrente que no repiten todos los días, y algunas familias se turnan de forma que no siempre los veo a todos, así que tampoco les paso lista. A ver si hoy vuelve el marido que faltó ayer por primera vez. No es por fiscalizar, sino porque al final te preocupa, ¿qué le habrá pasado al hombre? No creo que estuviera dándole a la Nocilla.


David 26 – Nocilla 0


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