JUEVES 23 DE ABRIL
Hoy es jueves… De repente esta
mañana, en la ducha, he parado un momento y me lo he tenido que recordar. Me
pasa a menudo, eso de estar en la ducha al final del día y tener que recordarme
a mí mismo, al final de la jornada, en qué día de la semana estoy, como si los
árboles del día me impidieran por un instante vislumbrar el momento de la
semana por el que transito. Esta mañana en la ducha me he dado cuenta de que
ahora es mucho más necesario tener que recordarte qué día es. Y ya que estamos,
os cuento que yo soy de los que se duchan por la tarde-noche en lugar de por la
mañana, salvo en estos días donde el hecho de hacer deporte después de levantarme
he cambiado el hábito.
Pero vale, también es verdad que
esta mañana no he hecho ejercicio… A ver cómo evoluciona mi gemelo izquierdo
después del pinchazo que me di ayer. Ya no me duele ni tengo molestias, pero
haré caso a mi fisioterapeuta de cabecera y haré sesiones de estiramiento para
relajar un poco después de todos los días seguidos de ejercicio que llevo (que
no es que estuviera muy acostumbrado).
Así que he decidido comer un poco
más suave: he improvisado un guiso de bacalao con un par de trocitos de lomo de
bacalao que tenía en el congelador, con alcachofas, puerro, pimiento rojo,
anchoas (que se han deshecho dándole a todo un saborcito potentón) y champiñones.
Y ahora que ya he terminado de
preparar el directo que haré esta tarde en Instagram después de los aplausos de
las 8 de la tarde, me empieza a entrar hambre… La bestia arrecia en mi barriga.
Pues eso, hoy es el día del
libro, un extraño día del libro, y después de que mi amiga Anna me preguntara
ayer que si iba a hacer algo para conmemorarlo, pues he decidido preparar un directo
en jueves (los hago siempre en viernes) hablando de algunos de los libros que
supusieron un cambio en mi vida e invitando a amigas y amigos para que hablen
de sus preferencias literarias. Creo que va a quedar bonito.
Espero que el bebé de al lado no
se ponga a llorar… Hoy, mientras comía, me he dado cuenta de que está pasando
de la fase de llorar desconsoladamente a la fase de gritar y golpear cosas.
Está descubriendo su voz y el poder de sus manos…
Un poco de Nocilla seguro que lo
calmaría…
David 36 – Nocilla 0
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