miércoles, 15 de abril de 2020

(OTRO) DIARIO PARA UN CONFINAMIENTO POR PANDEMIA GLOBAL: Otros pasados


MIÉRCOLES 15 DE ABRIL


Estoy últimamente abonado al papel de El Soñador, porque de esta noche se me ha quedado grabado un sueño del que os quiero contar alguna cosa.

Me veía involucrado en la investigación de un crimen, que nos lleva a mí y a mis compañeros a examinar en un mapa el sur de África para buscar el lugar donde deducimos que los criminales realizarán la entrega de un determinado material (no recuerdo qué se trafica). Concluimos que el lugar al que hemos de ir a pescar a los malos con las manos en la masa es algún sitio del sureste, en una geografía alternativa de África, con un país inventado y fallido como Somalia pero más al sur. Se trata de un lugar desértico, con una isla enfrente desde donde llegarán las traficantes o piratas a los que nos lleva la investigación. Antes de iniciar el viaje, exploro desde Google Earth ese país desértico y su capital: Victoria (curiosamente me he quedado con el nombre de la ciudad), y en el sueño tengo el recuerdo de que en algún momento en el pasado quise visitar esa ciudad en el desierto a medio construir, o medio destruir. Es una curiosidad morbosa que siempre he tenido por esos lugares olvidados que intentan revivir tras un conflicto o una catástrofe, y este sueño que he tenido recreaba en mi cabeza un recuerdo pasado sobre mis intenciones relativas a ese lugar.

Cada quien, igual que ocurre en los sueños, construye un pasado que haga coherente la realidad que inventa o que quiere creerse. Y siempre ha sido así en política, y por desgracia hoy en día lo sigue siendo, tal y como vemos tanto en los ataques de la oposición como en lo que el Gobierno nos quiere mostrar. Nada nuevo bajo el sol, excepto el pasado, que según lo que les convenga es mutable y dinámico, moldeable como en un sueño para adaptarse a la realidad alternativa que se quiera contar.
Está tronando en Madrid como si se acabara el mundo. Esta mañana también estuvo lloviendo, sin embargo a media mañana llegó a salir el sol. Ya lo dije ayer, la primavera está igual de ciclotímica que el estado de ánimo de mucha gente, que lo último que necesita son los pasados reescritos, los enfrentamientos estériles y a la panda (acepción 9 del diccionario de la RAE) de replicadores indeseables de argumentario del rencor y del odio.

Porque igual que con estas lluvia no me decido a limpiar los cristales de mi apartamento, estas mierdas y este ruido de quienes están buscando el beneficio propio no ayuda en el ánimo general. Ayer, la enfermera desconocida me contaba que está cansada física y emocionalmente, que necesita que termine todo esto, necesita no tener miedo en su trabajo, ni dudar en una tarea para la que ha de ser resolutiva, para la que tiene que estar formada y tener una experiencia que no tenía cuando se formaron los equipos adicionales para las UCI. Como he dicho en alguna ocasión, estamos en Terra incognita, hay mucha gente navegando entre dragones, y encima cuando encienden la tele, abren el Twitter o su Facebook, han de encontrarse un mal rollo que no nos ayuda. Qué pena, ¿no? Por nosotros y por los vociferantes.

Todos nos estamos diciendo que cuando pase esto ya nada será igual, pero hay cosas que lamentablemente lo siguen, y cuando termine la pandemia va a haber mucha gente en situación terrible, con estrés post-traumático. Las noticias que vienen de Wuhan en China van por ese camino. La enfermera desconocida también me dijo ayer que lleva dos semanas sin llorar, que no le sale ninguna lágrima y eso no le gusta porque sabe que en algún momento todo eso le estallará.

Tendremos que estar preparados para ese nuevo escenario en el que vivirán arremolinadas tanto la alegría por salir por fin a la calle y reencontrarnos, como la pena por los fallecidos y las secuelas de quienes nos cuidan y han estado cara a cara con el virus en los hospitales y residencias.

Habrá mucho trabajo que hacer.

Yo, qué queréis que os diga, me lanzaré al bote de Nocilla para compensar las sesiones de ejercicio como la de hoy y la de ayer: baile y kickboxing que me demuestran que aunque vaya bien de cardio, soy más de freestyle a la hora de bailar y moverme, que casi me hago un nudo con brazos y piernas…
Son las seis y cuarto de la tarde y voy a merendar una manzana aunque el cuerpo me pida dulce…


David 28 – Nocilla 0




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