domingo, 26 de abril de 2020

(OTRO) DIARIO PARA UN CONFINAMIENTO POR PANDEMIA GLOBAL: Se le apagó la luz.


DOMINGO 26 DE ABRIL


Con la preocupación que tuve yo al principio de todo esto por poder tener cubitos de hielo en el congelador, para las copas del finde, y apenas me he hecho dos o tres copazos en los 44 días previos. Es cierto que no estoy perdonando los vermús del sábado, pero realmente nos apañamos con bastante menos de lo que pensamos.

Sobre esto, sobre la diferencia entre lo que creemos necesitar (lo que queremos) y lo que realmente necesitamos (lo que nos es suficiente para tener una vida feliz), estuve hablando hace un par de días con una amiga a propósito de un vídeo que está circulando por las redes. Es un vídeo que cuestiona el materialismo y la carrera consumista a la que nos ha llevado la necesidad de crecer y crecer del modelo económico con el que vivimos.

Estoy totalmente de acuerdo en que nos hemos visto devorados por un modelo depredador de recursos (incluidos los humanos) que necesita crecer constantemente para sostenerse a sí mismo, y que ahora, con este parón nos damos cuenta de que podemos vivir con mucho menos, estamos empezando a comprender que lo que de verdad nos importa son cosas que no se producen en fábricas ni se compran en tiendas. El problema reside en que nuestras economías se basan en el consumo, y hay mucha gente que depende de ese consumo (tiendas, transportistas, publicistas, las fábricas… aquí y en los países en vías de desarrollo). Hay que encontrar la forma de transitar hacia ese nuevo paradigma sabiendo en qué reconvertir los puestos de trabajo que ya no harían falta si fuéramos más responsables en la forma en que consumimos. Pero hay que pensarlo y no decir que no se puede hacer.

Mi amiga, que es doctora en Psicología, me responde que ella lo ha analizado más desde una visión psicológica e incluso antropológica, no económica; y que quizás esto nos enseñe a ver que a menudo el consumo excesivo lo realizamos para llenar vacíos emocionales de los que no somos ni siquiera conscientes. ¿Echas de menos cosas materiales? ¿O personas y experiencias vitales? Pues eso.
Y razón no le falta.

Lo que yo necesito es que alguien me arregle la instalación del ojo de buey de la cocina. Hay algún contacto puñetero que a veces se descontacta, y me quedo sin luz. Hoy he fregado los platos y he cocinado la paella del domingo con la luz del extractor. Por más que he estado manipulando el ojo de buey no he conseguido, como en otras ocasiones, que volviera a funcionar.

 Para cocinar me ha valido esa luz.





Cuarto menguante de paella

Y bueno, que ha sido el día de los niños, debajo de mi ventana algunos vecinos han ido y venido con sus hijos, paseando o jugando a la pelota. Por aquí no he visto esas imágenes que todo el mundo anda divulgando y criticando de gente saltándose la distancia de seguridad, parece que la irresponsabilidad va por barrios.

Así que ahí os dejo, con niños o sin ellos, yo voy a tomarme mi manzana de la merienda y a limpiar la cocina en semipenumbra…




David 39 – Nocilla 0




PS: Hoy domingo es el día del señor, pero de religión y fe os cuento algo mañana.

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